(12:39) [Rol] Gilledus estira sus brazos fuertemente desperezandose cuando los primeros rayos de sol impactan sobre su rostro.
(12:41) [Rol] Gilledus se sienta en su cama aún un poco aturdido de su sueño.
(12:42) [Rol] Gilledus gira su cabeza hacia el pequeño altar de Seldar en su habitación mientras cierra sus ojos susurrando una leve plegaria.
(12:44) [Rol] Gilledus se sienta en su despacho continuando la investigación sobre el antiguo pápiro de spp que descubrió, cuando de repente llaman a la puerta.
(12:44) [Rol] Gilledus el Regente Inquisidor: Puede pasar.
(12:46) [Rol] Un inquisidor abre la puerta. - Señor, traigo un mensaje para usted, viene de la capital, me han dicho que era urgente. - Se acerca al despacho de Gilledus y coloca el mensaje en la mesa del Regente.
(12:46) [Rol] Gilledus el Regente Inquisidor: Gracias, puedes marcharte.
(12:46) [Rol] Gilledus realiza unos aspavientos con la mano instandolo a salir rapidamente.
(12:47) [Rol] El inquisidor sale a paso rápido de la habitación y cierra la puerta delicadamente, pues sabe que ya ha habido problemas con algún que otro portazo frente al regente.
(12:48) [Rol] Gilledus inspecciona el sobre y distingue claramente el sello que hay sobre él.
(12:49) [Rol] Gilledus el Regente Inquisidor: La torre de ébano... espero que no me de muchos problemas...
(12:50) [Rol] Gilledus rompe el sello con su abrecartas y saca de su interior una pequeña carta.
(12:51) [Rol] Gilledus comienza a leer la carta con cara de angustía, pero pronto esta cambia a desaprobación.
(12:52) [Rol] Gilledus el Regente Inquisidor: Esta archimaga... siempre pasando sus problemas a los demas.
(12:53) [Rol] Gilledus se refería a Dalim, que desde el 'accidente' de Altra no había estado acertada en sus decisiones o al menos había pérdido parte del favor del emperador.
(12:56) [Rol] Gilledus el Regente Inquisidor: Así que ellos fueron los responsables de la maldición... Seguramente habían estado haciendo pruebas para hacer frente a esos apóstoles de Astaroth.
(12:57) [Rol] Gilledus se levanta de su asiento y comienza a ponerse todos sus pertrechos del interior del armario.
(12:58) [Rol] Gilledus sale de su habitación tranquilamente y se coloca su capucha para no ser reconocido fuera de la Catedral.
(12:59) [Rol] Inquisidor: Señor, ¿donde va? ¿necesita ayuda? - Se ofrecia un inquisidor para ganar la aprobación del regente.
(12:59) [Rol] Gilledus el Regente Inquisidor: No necesito ayuda, ni me has visto, si alguien te pregunta sigo en mi despacho ocupado. No recibo visitas hoy.
(12:59) [Rol] El inquisidor asiente temoroso.
(13:01) [Rol] Gilledus sale de la ciudadela y atraviesa el mercado cautelosamente sin ser descubierto. Se coloca mejor aún su capucha para pasar cerca de Taerlic pues quizás este podía reconocerle, ya que había tenido numerosos problemas con sus 'estafas'.
(13:02) [Rol] Gilledus cruza la puerta sur de Galador llegando a las caballerizas encontradas en los exteriores de la ciudad, donde está su caballo para estas situaciones, su fiel Fereck.
(13:04) [Rol] Gilledus paga unas monedas al mozo de cuadra de confianza encargado de unicamente de us caballo. Acaricia suavemente a Fereck en el cuello mientras susurra unas palabras en su oido, mientras el mozo termina de ensillar al caballo de color negro.
(13:05) [Rol] Gilledus saca a su caballo de las cuadras y monta sobre él. Esta vez el viaje no será muy lejano, pero necesitaba todas sus energías en sus piernas para poder atravesar aquello...
(13:09) [Rol] Gilledus cruza el pequeño desierto de Galador sin problemas, llegando rápidamente al desvío hacia el bosque maldito. Tira de sus riendas hacia el sur y se dirige hacia él.
(13:10) [Rol] Gilledus observa el camino, poco cuidado ultimamente debido a los problemas y rumores que llegan de parte de los leñadores encargados de recoger la madera del bosque para el imperio.
(13:11) [Rol] Gilledus llega al linde del bosuqe y se acerca tranquilamente a un asentamiento de leñadores de la zona.
(13:13) [Rol] Gilledus encapuchado: Buenas, ¿pueden cuidar de mi caballo, hasta que vuelva del bosque?
(13:13) [Rol] Los leñadores se miran unos a otros sorprendidos.
(13:14) [Rol] Uno de ellos rompe el silencio. - Si, nosotros cuidaremos de él.
(13:15) [Rol] Gilledus encapuchado: Muchas gracias, volveré en unas horas, que no le falte de nada.
(13:15) [Rol] Gilledus entrega una bolsa de monedas al leñador.
(13:16) [Rol] El leñador susurra a uno de sus compañeros: Este caballo podemos venderlo por mucho dinero, este no va a volver del bosque, nadie suele volver...
(13:16) [Rol] Los leñadores sonrien timidamente.
(13:16) [Rol] Gilledus se da la vuelta y se introduce en la densidad del bosque.
(13:18) [Rol] Gilledus camina sobre el sendero o lo que queda de él tranquilamente, mientras numerosos sonidos de animales, graznidos, aullidos y el crujido de las hojas surgen a su alrededor.
(13:20) [Rol] Gilledus mira al suelo y observa como lo que parecia crujir no eran hojas sino trozos de huesos y carne podrida. Los rayos de sol aún impactan sobre su cara, debe darse prisa para llegar al poblado. Conocía bien el camino hasta él pues hace muchos años había estado encargado de recaudar los impuestos para la inquisición de este poblado.
(13:23) [Rol] Gilledus continúa atravesando la maleza del bosque, que cada vez se hace más densa. El sonido de un manantial subterráneo retumba  en la zona, pues a veces los sonidos de los animales desaparecen.
(13:24) [Rol] Gilledus se siente observado, mira con cautela a su alrededor cada pocos metros, a sabiendas de los peligros que existen en el bosque.
(13:25) [Rol] Gilledus aparta una de las hojas, de su cara, y ve claramente como un drow se encuentra peleando con bestias en un pequeño claro del bosque. Al verse observado por Gilledus el drow, huye entre la maleza rápidamente.
(13:26) [Rol] Gilledus prosigue su camino pensativo. ¿Qué hará un drow por estas tierras? ¿Cómo ha llegado hasta aquí? ¿Habrá una entrada a la suboscuridad en el bosque?
(13:29) [Rol] Gilledus sigue abriendose paso entre la maleza siguiendo el pequeño sendero sobre sus pies hasta que de repente toda la densidad a su alrededor desaparece. Pequeños pastos a su alrededor repletos de ovejas, un bonito manantial alimenta a los animales de la zona, y las chozas al fondo encima de una colina. El poblado parece estar igual que la última vez que vino a recaudar impuestos aunque con una diferencia, no hay ni ser humano en la zona.
(13:30) [Rol] Gilledus sigue el sendero, aunque se da cuenta que en este sigue habiendo trozos de huesos y carne podrida. Igual que en el bosque.
(13:32) [Rol] Gilledus llega al poblado y entra en la cabaña más grande, ahí es donde el jefe del poblado le pagaba sus impuestos. Quizás encuentre algo sobre todo aquello.
(13:34) [Rol] Gilledus observa como todo está destrozado, las paredes siguen adornadas con sus escudos y estandartes aunque están destrozados, como si animales hubieran desgarrado la tela.
(13:35) [Rol] Gilledus abre el gran cofre de los tesoros que se encuentra en la sala, y para su sorpresa este se encuentra repleto de riquezas. Parece que nadie ha saqueado nada, es muy extraño si me hubiera ido del lugar, hubiera llevado las riquezas conmigo...
(13:37) [Rol] Gilledus sale de la gran casa principal y se dirige a una cercana a ella. Al entrar el panorama es el mismo, todo destrozado a su alrededor. Entra en una de las habitaciones y puede ver como una pequeña cama y lo que parece ser una mesita de noche con todos sus cajones abiertos se encuentran en ella.
(13:39) [Rol] Gilledus cierra el cajón superior y encuentra un pequeño libro en el inferior.
(13:39) [Rol] Gilledus se sienta en la cama, abre el libro y comienza a leerlo, parece ser un diario de una niña de unos 10 años.
(13:40) [Rol] Gilledus al poco de empezar a leerlo ve como la luz del exterior comienza a ser cada vez mas tenue... Se acerca la noche y todo lo que eso conlleva en este lugar.
(13:41) [Rol] Gilledus sale de la cabaña raudo y comienza a salir del poblado, mira a los pastizales donde se encontraban las ovejas, ya no están, debe darse prisa.
(13:44) [Rol] Gilledus sigue la maleza cortada por él mismo anteriormente hacia la salida norte del bosque.
(13:45) [Rol] Gilledus observa como los huesos del suelo comienzan a temblar levemente, mira al cielo, la noche se aproxima.
(13:45) [Rol] Gilledus sigue corriendo pero sin perderse por el bosque. El sonido de los animales desaparece completamente, solo existe el sonido de los manantiales subterráneos de la zona.
(13:46) [Rol] Gilledus ve como la luz desaparece por completo. Sonidos gurutales se extienden por la zona.
(13:47) [Rol] Gilledus encapuchado: 'magius lios'.
(13:47) [Rol] Gilledus señala su capucha y comienza a rodearse de un campo de luz intenso.
(13:48) [Rol] Gilledus mira al suelo, los huesos y carnes que antes habían ya no existen, charcos de sangre se extienden por el suelo. Mira hacia uno de los lados y observa cómo necrófagos, esqueletos y babeantes se agrupan siguiendo el olor de los animales del bosque que han huido de la zona.
(13:49) [Rol] Gilledus comienza a correr pues numerosos grupos de estos seres se han percatado de su presencia y comienza a seguirlo. El linde norte del bosque está cerca.
(13:50) [Rol] Gilledus continúa corriendo, pues está a punto de salir del bosque, pero al final se encuentra rodeado. Numerosos muertos-vivientes lo rodean, no quería llegar a esto, pero tendrá que usarlo.
(13:55) [Rol] Gilledus alza su medallón calavérico, de su interior comienza a surgir unas niebla oscura que cubren la zona poco a poco cubriendo a todos los muertos vivientes que se encontraban a su alrededor. De repente las tinieblas brillan como si fuera un gran sol repleto de energía negativa. Los seres de la zona bajan sus brazos y se quedan en pie como meras marionetas al mando de Gilledus.
(13:55) [Rol] Gilledus vuelve a alzar su medallón.
(13:56) [Rol] Gilledus encapuchado: Os ordeno que me protejais hasta salir de este bosque.
(13:57) [Rol] Gilledus sigue su camino rodeado de una horda de no-muertos que los protegen de las demás criaturas del bosque, mientras anda con un paso más suave hasta el exterior, pues realizar este ritual lo ha dejado completamente agotado.
(13:58) [Rol] Gilledus consigue llegar al linde norte del bosque, justo hasta el asentamiento de leñadores donde había dejado a Fereck.
(13:58) [Rol] Gilledus se gira y vuelve a alzar su medallón, todos sus seguidores caen violentamente al suelo sin vida alguna, si es que antes la tuvieran.
(13:59) [Rol] Gilledus se adentra en el asentamiento y encuentra su caballo. Los leñadores se miran sorprendidos unos a otros, poca es la gente que suele entrar y salir, pero aún no habían visto salir a alguien del bosque en la oscuridad.
(13:59) [Rol] Gilledus encapuchado: Gracias por cuidar de Fereck.
(14:00) [Rol] Gilledus monta en su caballo, mientras los leñadores no articulan ninguna palabra, han quedado boquiabiertos.
(14:01) [Rol] Gilledus galopa sobre Fereck atravesando el desarreglado sendero hacia impenetrable y posteriormente el pequeño desierto de Galador, aunque ahora con una temperatura mucho mas agradable.
(14:02) [Rol] Gilledus llega a las caballerizas del exterior de Galador, y deja a Fereck al cuidado de su mozo de cuadra de confianza. Acaricia levemente a Fereck.
(14:02) [Rol] Gilledus encapuchado: Ya sabes lo que hacer, que no le falte de nada.
(14:02) [Rol] Gilledus entrega una bolsa de monedas al mozo. Y sale a paso rápido hacia Galador.
(14:03) [Rol] Gilledus se retira la capucha para atravesar las puertas de Galador. Todos se arrodillan ante su paso. El capellán: Mi señor, no sabíamos que había salido.
(14:03) [Rol] Gilledus el Regente Inquisidor: Esa era la idea, esa era la idea...
(14:04) [Rol] Gilledus cruza el mercado, vacío a estas horas de la noche, llegando rápidamente a la ciudadela.
(14:42) [Rol] Gilledus llama a las puertas de la Catedral de Seldar. Despues de unos segundos, una pequeña puerta se abre.
(14:43) [Rol] Inquisidor: ¿Quién es?¡¿Quién viene a estas horas a molestar?!
(14:44) [Rol] Gilledus el Regente Inquisidor: Déjame entrar inútil. ¡¿Que son esas palabras?!
(14:44) [Rol] Gilledus atraviesa la puerta.
(14:45) [Rol] Gilledus el Regente Inquisidor: ¡Harás guardia lo que queda de mes!
(14:45) [Rol] Inquisidor arrodillado: Si mi señor, como usted ordene.
(14:47) [Rol] Gilledus atraviesa el vestíbulo de la Catedral y se introduce en la sede de la Inquisición, recorre sus pasillos y entra en sus aposentos.
(14:48) [Rol] Gilledus se sienta en su despacho y saca el libro encontrado en el poblado. Lo abre por donde lo dejó y continúa su lectura.
(14:49) [Rol] Gilledus entrecierra los ojos y cierra el libro al terminar de leer todo lo escrito en él. Mira a la ventana, los primeros rayos de luz entran por ella. Lleva toda la noche leyendo y estudiando el diario.
(14:51) [Rol] Gilledus coge un sobre enorme, y mete el diario en su interior. Llena de cera la apertura del sobre y con su sello personal de Regente de la Inquisición sella perfectamente el contenido del sobre.
(14:51) [Rol] Gilledus coge su pluma y escribe en él: Entregar urgentemente a Dalim, señora archimaga de la torre de ébano.
(14:52) [Rol] Gilledus coge el sobre y sale de su despacho rapidamente. Busca de un lado a otro a uno de sus inquisidores de confianza hasta que lo encuentra.
(14:53) [Rol] Gilledus el Regente Inquisidor: Nornick, lleva este paquete rapidamente a la capital, entregalo en la entrada de la Torre de ébano.
(14:53) [Rol] Nornick: Así lo haré mi señor.
(14:54) [Rol] Gilledus entrega el paquete al inquisidor.
(14:54) [Rol] Gilledus el Regente Inquisidor: Ah, que nadie me moleste, estaré descansando, llevo toda la noche ocupado.
(14:54) [Rol] Nornick: Se lo diré al Inquisidor secretario mi señor.
(14:54) [Rol] Gilledus levanta la mano despidiendo al inquisidor y vuelve a su despacho.
(14:56) [Rol] Gilledus cierra la puerta echando su pestillo y deja todos sus pertrechos en su armerio. Se sienta en su cama y dedica una leve plegaria a su pequeño altar de Seldar.
(14:56) [Rol] Gilledus termina de tumbarse en su cama y cierra sus ojos, ha sido un día muy duro...