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Cuando eran las 06:27 del 11 de Naibind del 176, el despuntar del sol indicaba el inicio del nuevo día. Gnomusad se dirigió a la Taberna del Dragón Verde, donde degustaría un rico asado para desayunar, no obstante, la principal tarea comenzaba en el mismo lugar. Recopilar información sobre el paradero de las runas perdidas.Taberna del Dragón Verde [-e-]
Horacio, Daesun Major, Bastian y Dalvin, el trovador están aquí.
Letrero.
Exclamas en adurn: ¡Camarero! ¡Un rico asado para desayunar!
Gnomusad miro alrededor, observando la concurrencia buscando gente interesante a la que poder pedir información.
Dragacirr exclama con voz sobrenatural: ¡Camarero! ¡una cerveza para hidratar este cuerpo!
Irhydia entra a la concurrida Taberna del Dragón Verde y mira a todos lados, hasta que se percata de Dragacirr y Gnomusad, sentados al fondo, cerca de la barra.
Irhydia se acerca a Dragacirr.
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Dragacirr observa a Irhydia como se acerca.
Irhydia abraza a Dragacirr.
Irhydia dice: El tiempo ha corrido mucho desde la última vez que nos vimos, joven druida.
Dragacirr devuelve el abrazo a Irhydia.
Dices en adurn: Saludos Semi-elfa y Semi-drow, entre vosotros dos hacéis un humano completo.
Te ríes.
Dices en adurn: Bueno, perdonad la insolencia de este joven gnomo...
Dragacirr e Irhydia, enfrascados en su charla, no hacen caso al gnomo Gnomusad.
Gnomusad tira de la manga de Irhydia.
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Irhydia dice: Ah, perdón...
Irhydia dice: ¿Que desea joven gnomo?
Dices en adurn: Estoy buscando información, no se si tendríais tiempo para responder una pregunta...
Dragacirr pregunta con voz sobrenatural: ¿Que información necesitas?
Irhydia pregunta: ¿Información? ¿Qué os ocurre?
Gnomusad asiente agradeciendo la oportunidad de hablar.
Dices en adurn: Veréis, me encuentro en búsqueda de los pergaminos rúnicos perdidos... y no se si tenéis alguna información o conocer a alguien que pueda otorgármela.
Dragacirr dice con voz sobrenatural: Mmmm me suena que hace poco observe a un Clérigo de Seldar con, lo que creo que era, un pergamino Rúnico, pero no sabría decírtelo con claridad.
Preguntas en adurn: ¿Y puede decirme donde lo vio? ¿o describirme a tal sujeto?
Dragacirr dice con voz sobrenatural: Pues la verdad que me suena verlo por el mercando, mientras preguntaba a gente donde poder venderlo. La verdad que era un tipo muy desagradable.
Gnomusad abre la boca asombrado... ¿De verdad será tan fácil encontrar una pista?
Dices en adurn: Gracias por la pista, y usted, ¿semi-elfa?.
Irhydia dice: Mm lo siento joven gnomo, pero mis conocimientos no llegan a tanto.
Gnomusad asiente a Irhydia.
Dices en adurn: Pero gracias por atenderme...
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Irhydia dice: Pero si os sirve de algo...
Irhydia dice: Hace varias semanas fui a visitar la montaña de vapor. Me apetecía observar un poco el firmamento desde el telescopio. Un cielo hermoso, sin duda.
Irhydia dice: Argan brillaba con absoluto esplendor en lo alto del cielo... Pero tal asunto no viene al caso. Lo extraño es que una compañía de 15 humanos con prendas hechicería se dirigía al lugar.
Irhydia dice: Lo único que pude suponer es que, ya que todos llevaban báculos de hechicería o algo semejante, debía ser una coalición de magos que, aprovechando que la montaña de vapor está abandonada, tratarían de aprender alguno de los secretos que en ella se guardan.
Irhydia dice: O tal vez pretendían extraer las secretos de magia ilusoria que tan duchos son los gnomos.
Gnomusad asiente ensimismado escuchando la historia.
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Irhydia observa pensativa.
Irhydia dice: Mas al observar el sendero por el que se desviaron, mis dudas no hicieron sino crecer.
Irhydia dice: Tratando de averiguar lo que ocurría con todo aquel asunto, más por gusto que por cualquier otro motivo, me dispuse a seguirlos...
Gnomusad comienza a morderse las uñas por la tensión.
Dragacirr pregunta con voz sobrenatural: ¿A seguirlos?
Irhydia dice: No por nada. Sí, seguirlos, pues me venía en gana el espiarlos un poco. A ver si entre tales magos se encontraba el noble Vyrtheral. Siempre le estoy ofreciendo componentes para sus poderosos hechizos. No es que no pueda conseguirlos por él mismo, pero si se encuentra con algún dragón, no querría verlo que, repentinamente, se ha quedado sin los materiales necesarios como para iniciar una retirada por la supervivencia. Sigo.
Irhydia dice: El caso es que, llegados a algún punto indeterminado de la montaña, tal vez a una mazmorra cercana, uno de los magos tocó una piedra con un báculo.
Irhydia dibuja con el dedo un símbolo, similar a una espiral en la mesa.
Irhydia dice: A la piedra le surgió algo semejante en la superficie. Poco después se abrió y la comitiva se adentró en una especie de gruta.
Irhydia acaricia su anillo anti mágico.
Irhydia dice: Traté de utilizar este objeto para romper el conjuro que, me temía, les había dejado atrapados, pero no sucedió nada.
Dragacirr dice con voz sobrenatural: Se me ha erizado la piel con tan solo oírte contar lo que te sucedió.
Irhydia dice: Y entonces, recordando algunas charlas con poderosos hechiceros, reconocí el símbolo como rúnico, y supuse que realmente no ocurría nada. Como no deseaba interrumpiros, si era un asunto de relevancia, regresé a mi observatorio. No se qué sucedió con la comitiva, mas no debió ser grave, pues al cabo de una hora, regresaron descendiendo por la cumbre de la montaña.
Preguntas en adurn: ¿Y entre esta comitiva, no reconoció a nadie?
Irhydia se coloca una mano bajo la barbilla.
Irhydia dice: Pues, ahora que lo dices...
Irhydia dice: Me pareció ver a Grunfel... O eso creí, pues al acercarme al grupo descubrí que el humano era mucho más joven de lo que recordaba. Debía ser un primo suyo o algo así. No muy cercano, seguramente.
Gnomusad asiente de forma animosa ante toda la información que ha logrado.
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Irhydia dice: Ni siquiera pude llegar a tal conjetura. Sus ojos no eran ni del mismo color, por lo que siento informarle de que no conozco a ninguno de los magos a los que descubrí.
Dices en adurn: Muchas gracias mestizos, su ayuda ha sido mas que bienhayada. Seguiré las pistas que me han brindado.
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Irhydia hace una reverencia.
Dragacirr hace una reverencia.
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