Me encuentro en la habitación de la posada, son las 3 de la madrugada. La gente duerme y yo, me levanto al escuchar el sonido de unos cuernos y griterío por la calle. Me asomo a la
ventana, y unos caballeros de Poldarn galopan calle abajo gritando y advirtiendo a todo el
mundo a que abandone sus casas y se metan dentro de la fortaleza de Takome. Una flecha surca la calle e impacta en el pecho de uno de los caballeros haciéndole caer de su montura. La calle
esta llena de personas, hombres, mujeres, niños y todos gritando y corriendo desorientados. Mas
caballeros de Poldarn del castillo de Takome y se dirigen a las entradas de la ciudad. Otro
cuerno suena, los gritos se acrecientan. Una lluvia de flechas cae y acribillan a todo el
gentío. Estamos en una situación crítica. Takome está siendo asediada. Decido vestirme lo más
rápido que puedo, bajar de la posada y salir a la calle. Una roca impacta apenas a 2 metros de
mí. Mas rocas caen, destrozan casas, carruajes, aplastan a animales, personas, niños… Veo como
una de ellas viene hacia donde yo estoy e impacta justo en la habitación que minutos antes yo
hospedaba. ¿Un golpe de suerte? Quien sabe. Dios santo, las rocas que vienen ahora están
prendidas en fuego, hay que salir de aquí rápidamente. Empieza a arder Takome. Una madre
abrazando a su hijo pasa por mi lado prendidos en llamas. No se que hacer, esta imagen es
aterradora y mis ojos empiezan a vidriarse debido al cumulo de sentimientos que ahora mismo me
agolpan. Miedo, tristeza, odio, rabia… Veo personas agonizando, no se muy bien si unirme a la
batalla o ayudar a las personas heridas. Veo caer un goblin a mi lado, seguramente catapultado
para ir invadiendo las murallas, pero, cae justo encima de unos escombros y oigo sus huesos
quebrarse y quedarse el cuerpo ahí quieto sin vida. Llega un Paladín de la Santa Cruzada y me
dice:
- ¡Eh! Tu, rápido, no te quedes ahí, a que esperas, rápido, corre al castillo.
Acto seguido, desaparece de mi vista detrás de un gran garrote empuñado por un Troll que le
golpea y le hace desaparecer unos metros mas atrás. El Troll se dirige al castillo y acto
seguido
oigo tambores de guerra dentro de las murallas. Otra piedra mas cae y me doy cuenta que si me
quedo aquí, pronto podría no contar lo que ahora relato.
Hordas de orcos y goblins están dentro de la ciudad y en el ambiente se puede percibir una
mezcla de olores entre sangre, fuego y podredumbre. Takome esta llena de gente muerta, niños
llorando al lado de sus familiares heridos o muertos, gente huyendo y sin saber que hacer. Pasa
por mi lado un humano con un brazo roto, otro con una pierna rota y apoyado en un niño que
hace un sobresfuerzo en intentar llevar a esa persona adulta. Muchos caminan sin saber bien a
donde ir como si de zombis se trataran. Muchos se atropellan entre ellos debido a la confusión
y miedo a esa cosa negra que viene a por ellos que no es otra cosa que la parca guadaña en
mano. Sigo sin reaccionar y justo en ese momento una sombra delante de mi y detrás un gran
orco me empala por la espalda haciendo que suelte un reguero de sangre. Y es ahí, en ese gran
y doloroso golpe donde abro los ojos y me doy cuenta que me encuentro en la habitación de la
posada, que son sobre las 3 de la madrugada y todo había sido una mala pesadillas.
Oigo el sonido de un cuerno a lo lejos….
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