En esta historia, Galinzdra hace tambien del personaje "Pacoumer".
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Galinzdra y Rhylzaer se reúnen en la Plaza de Anduar, listos para salir a la aventura en busca de la profecía.
Galinzdra dice encantadoramente: ¡Mira Rhylzaer!
Rhylzaer se gira para ver lo que Galinzdra le muestra.
Galinzdra da un giro, mostrando su vestimenta de montaraz, consistente en una túnica corta de cuero, pantalones ajustados y botines hasta la rodilla.
Rhylzaer exclama con voz sobrenatural: ¡Ea! ¡Siempre preparada y arrebatadoramente encantadora!
Galinzdra dice encantadoramente: ¡Así no me mancharé mis túnicas nuevas! Ni los preciosos vestidos que compre el otro día en la sastrería.
Galinzdra dice encantadoramente: ¿Tu estas listo? ¿Tienes todo lo necesario...?
Rhylzaer se sonroja al darse cuenta que estaba sonriendo como un bobalicón.
Rhylzaer dice con voz sobrenatural: Claro, claro, por supuesto, ya venía más que preparado.
Rhylzaer dice con voz sobrenatural: No sé si te diste cuenta, pero fuiste la única que compro cosas...
Rhylzaer dice con voz sobrenatural: Suerte, que evité que malgastaras platinos en esos zapatitos de lujo. Verás como esos botines te resultan mucho más útiles.
Galinzdra dice encantadoramente: ¡Una chica debe ir siempre preparada!
Rhylzaer suspira cargándose de paciencia.
Galinzdra dice encantadoramente: Nunca se sabe si debe enfrentarse a una lamprea gigante absorbe cerebros o encandilar a un joven semi-drow para que le lleve los paquetes.
Rhylzaer dice con voz sobrenatural: ¡Desde luego! Que problemas más preocupantes eh...
Rhylzaer pregunta con voz sobrenatural: Por cierto, ¿te hiciste también con las plantas curativas que te pedí?
Rhylzaer pregunta con voz sobrenatural: ¿Tienes las Winclamits y los Yavethalions?
Galinzdra lanza una bolsita de plantas a Rhylzaer.
Galinzdra dice encantadoramente: ¿Dudas de mi comprando?
Rhylzaer exclama con voz sobrenatural: ¡Genial!
Rhylzaer exclama con voz sobrenatural: ¡Jamás me atrevería!
Galinzdra dice encantadoramente: ¿Por supuesto, y el herborista cuando me fui pensó que lo había timado!
Galinzdra dice encantadoramente: Como puede ser timo si el amablemente decide regalarme las cosas.... por mis encantos.
Rhylzaer sonríe burlonamente.
Rhylzaer dice con voz sobrenatural: Pobre desgraciado...
Galinzdra dice encantadoramente: En fin... hombres...
Galinzdra dice encantadoramente: Siempre más atentos a mis atributos que a mis peticiones...
Rhylzaer asiente ante las palabras de Galinzdra, y al darse cuenta, levanta la mirada rápidamente y vuelve a mirarla a los ojos.
Galinzdra observa de reojo a Rhylzaer.
Galinzdra dice encantadoramente: Venga... no nos liemos con charlas intrascendentales... comencemos el camino a Zumelzu, pues aunque esta cerca seguramente algún comerciante nos pare con algún problema nimio.
Rhylzaer dice con voz sobrenatural: ¡Partamos pues! Primero las damas...
Rhylzaer le cede el paso a Galinzdra con una burlona reverencia.
Galinzdra y Rhylzaer comienzan a recorrer el camino, mientras mantienen charlas amenas. De repente, un grito y un montón de ruidos de animales colapsan la tranquilidad del camino.
Rhylzaer pregunta con voz sobrenatural: ¿Escuchaste eso?
Rhylzaer dice con voz sobrenatural: Parece que tus poderes de adivinación mejoraron, ya se acercan problemas.
Galinzdra dice encantadoramente: ¡Si! Corramos...
Comerciante dice apresuradamente: ¡Malditos malnacidos!
Al llegar, Rhylzaer y Galinzdra se encuentran con una jauría de hienas atacando una caravana. El buey permanece herido acostado mientras las hienas se lanzan a morderle las patas traseras.
Rhylzaer exclama con voz sobrenatural: ¡Vaya! ¡Malditos sabuesos!
Galinzdra dice encantadoramente: Encárgate de los que atacan la caravana, yo me encargare de los que atacan al buey.
Rhylzaer dice con voz sobrenatural: De acuerdo.
Galinzdra comienza a formular un hechizo de 'Dominar animal', desplegandolo sobre una hiena, que cae rendida a sus encantos.
Galinzdra dice encantadoramente: ¡Hiena! Te ordeno que ataques a las otras hienas.
Rhylzaer se adelanta a las hienas interponiéndose entre éstas y la caravana para detener su avance.
Rhylzaer exclama con voz sobrenatural: ¡CHUU! ¡CHUU! ¡Fuera de aquí perros feos!
La Hiena de Galinzdra se gira a atacar a una hermana que se encontraba a su lado, atacándola ferozmente con salvajes mordiscos.
Rhylzaer realiza exagerados aspavientos con los brazos abiertos de par en par.
Galinzdra comienza a formular un hechizo de 'Meteoros diminutos de Ignis', los cuales comienzan a flotar a su alrededor.
Galinzdra lanza sobre otra hiena una salva de meteoros ígneos, provocándole quemaduras y que huya del lugar.
Galinzdra dice encantadoramente: ¡Quieres dejar de intentar volar como los pájaros batiendo esos flacuchos brazos! ¡Y ahuyentarlos con tus hechizos!
Rhylzaer continúa con sus ridículos aspavientos, avanzando hacia las hienas, que se quedan quietas en su sitio. Pero parece que su confusión inicial se disipa y empieza a gruñir amenazadoramente.
De repente, una de las hienas se abalanza hacia delante soltando un fiero mordisco a la pierna de Rhylzaer, pero éste la aparte en el último momento evitando así la dentellada.
Rhylzaer exclama con voz sobrenatural: ¡Malditos y estúpidos animalejos, ahora veréis!
Galinzdra lanza una de sus meteoros ígneos sobre la hiena que ataca a Rhylzaer, aturdiéndola con la quemadura momentáneamente.
Rhylzaer comienza a formular el hechizo "Proyectil mágico mayor", pero parece que su entonación es algo diferente de la habitual.
Al terminar de formular el hechizo, multitud de pequeños proyectiles se dispersan, impactando sobre todas las hienas, en lugar de centrarse sobre un único objetivo. Al recibir el terrible impacto, dos de ellas perecen instantáneamente, el resto huyen despavoridas.
Rhylzaer exclama con voz sobrenatural: ¡EA! ¡Y no volváis!
Rhylzaer se gira hacía Galinzdra con una orgullosa y bobalicona sonrisa de oreja a oreja.
Galinzdra dice encantadoramente: ¡Maravilloso!
Galinzdra aplaude la formulación del hechizo de Rhylzaer.
Rhylzaer exclama con voz sobrenatural: ¡Gracias, gracias!
Galinzdra dice encantadoramente: ¡Es difícil controlar ese hechizo! Yo nunca lo logre. Estas haciendo grandes avances.
Rhylzaer realiza varias y rápidas reverencias.
Galinzdra se gira para atender al comerciante.
Galinzdra dice encantadoramente: ¿Esta usted bien?
Comerciante dice apresuradamente: ¡Preciosa Galinzdra! ¡Menos mal que aparecisteis!
Rhylzaer carraspea.
Galinzdra dice encantadoramente: ¡Pacoumer! ¿Que tal? Hacia mucho que no le veía.
Rhylzaer pregunta con voz sobrenatural: ¡Buenos días! ¿Se encuentra usted bien?
Pacoumer dice apresuradamente: ¡Yo si! ¡Pero Belinda está herida!
Galinzdra dice encantadoramente: ¿Belinda? ¿Quien es Belinda?
Pacoumer dice apresuradamente: ¡Es mi buey! ¡Ha sido mordida varias veces!
Galinzdra dice encantadoramente: Rhylzaer, pasame esa bolsita de plantas. Por cierto Pacoumer, este es Rhylzaer, un joven prodigio arcano de la Guardia Nivrim.
Pacoumer dice apresuradamente: Encantado caballero.
Pacoumer dice apresuradamente: ¡Ains mi pobre Belinda!
Rhylzaer entrega la bolsita a Galinzdra, restándole importancia a sus palabras.
Galinzdra saca un par de Yavethalion, y comienza a frotarlos sobre la heridas de Belinda, mientras saca una venda de su mochila y le cubre la zona.
Rhylzaer dice con voz sobrenatural: No se preocupe caballero, verá como Galinzdra logra sanar las heridas de la pobre Buey.
Pacoumer dice apresuradamente: ¡Bendita seas niña!
Galinzdra dice encantadoramente: Pacoumer, Belinda aguantara con el analgésico hasta llegar a Anduar, pero deberás tratarle allí las heridas.
Galinzdra dice encantadoramente: Rhylzaer, ayuda a este hombre a enganchar a Belinda al carromato.
Rhylzaer dice con voz sobrenatural: Por supuesto
Rhylzaer dice con voz sobrenatural: Si me permite...hágase a un lado, por favor.
Pacoumer dice apresuradamente: Todo tuyo chico.
Rhylzaer haciendo un alarde de fuerza levanta los enganches del carromato con sus hombros, mientras les ata las riendas de Belinda con las manos. Al terminar, está rojo como un tomate por el esfuerzo y visiblemente sudado.
Dices: 'Woo' de placer.
Rhylzaer sonríe estúpidamente orgulloso a Galinzdra.
Galinzdra dice encantadoramente: Y también veo que estas más fuerte que antes.
Rhylzaer exclama con voz sobrenatural: ¡Así es, las descargas de Éter han ido fortaleciendo poco a poco mis músculos!
Pacoumer dice apresuradamente: ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Y gracias!
Pacoumer dice apresuradamente: Seguiré mi camino para curar cuanto antes a Belinda.
Galinzdra dice encantadoramente: ¡De nada! Saludos a su esposa, y ... ¡cuando regrese invitadme un día para comer!
Rhylzaer realiza una rápida reverencia al agradecido Pacoumer.
Galinzdra se despide con la mano de Pacoumer.
Galinzdra dice encantadoramente: ¡Ves! No soy adivina... pero sabía que algo nos interrumpiría.
Rhylzaer se ríe.
Rhylzaer dice con voz sobrenatural: Pues sí, te doy toda la razón.
Rhylzaer exclama con voz sobrenatural: ¡Sigamos pues, el camino nos aguarda!
Nuestros héroes continúan su camino hacia Zumelzu, encontrarán lo que buscan... o serán comidos por lampreas gigantes come cerebros... lo averiguaremos.
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